Día 4
No ha sido hasta las ocho de la mañana de hoy que he podido empezar a dormir sin despertarme cada hora un par de veces. Cualquier sonido me hacía incorporarme bruscamente. Y el calor tampoco ha ayudado mucho. Al final creo que me he tranquilizado y un par de tapones para los oídos han hecho el resto.
Creo que estoy mejor. El Sopor y el mareo persisten pero son mucho menos intensos. Y los sueños, aún siendo algo raros, se parecían mucho más a "los de siempre".
He vuelto a soñar con la idea de liberar parte de mi sensualidad y sexualidad. Cada vez veo más "necesaria" la opción de encontrar un amante con el que encontrar esa autoafirmación que tanto bien me hace en estos días en los que soy un manojo de traumas y tensiones del pasado orquestado para interpretar "Ansiedad".Yo y mi chico dejamos el tema de la libertad aparcado, pero no porque yo piense distinto. No me molesta en absoluto la idea de que él se pudiera acostar o liar con cualquier mujer (siempre que sea una mujer legal, es mi única condición). Estoy tan segura de lo nuestro que hasta me resulta erótico que podamos cumplir fantasías de ese tipo.
Al fin y al cabo... qué es la vida si tenemos que estar reprimiendo deseos y fantasías. Creo que la verdadera antinaturalidad está en la obsesión o frustración por no poder hacerlo sin más, sin que implique NADA que no le pongas tú previamente. ¡Cuánto mal han hecho las convicciones sociales de lo que es y no es correcto en el amor, de lo que es y no es "puro"!. Cuanto daño hacen la Iglesia, las películas y series románticas de la televisión, lo establecido como "así debe ser, no preguntes por qué"...
¿Por qué negar una parte química de tu cerebro? Si no es más que eso, ¡y así lo sabes! La vida acorde con mi química me hace sentir más reafirmada. Y no afecta en absoluto a la parte emocional y espiritual.El sexo es sexo. Es el escenario físico y mental bajo el que lo ejercitas lo que le supone un significado u otro. Dentro de la amistad sana no hay nada más divertido y agradable que el sexo lleno de risa y cariño. Lo digo por experiencia.
Nunca me ha importado lo que tienen que farfullar sobre mí aquellos que se niegan lo evidente para no aceptar sus propias frustraciones. Y es que cuando eres feliz teniendo las cosas tan claras no vas a negarle a nadie el derecho a opinar tonterías, pero tampoco te puede importar en absoluto que lo haga, claro.