miércoles, 29 de agosto de 2007

La mujer de tu vida

Menos mal que no he escrito las últimas semanas. Habría sido una entrada realmente depresiva. Pero mucho. La semana pasada llegué a estar muy hundida. Aunque gracias a los baños de sol que me estoy dando por las mañanas he mejorado bastante mi situación anímica. Parece increíble que algo tan tonto pueda ayudar tanto.

Aún así hoy estoy bastante descorazonada. Y este sentimiento me va a durar a pesar de todo el sol que quiera tomar. Así que ha llegado la hora de buscar el blog y desahogarme un poco contándolo, a ver si así al menos le quito un poco de presión a la cabeza, porque hoy siento que me va a estallar.

Por cierto, de las pastillas no queda nada, obviamente. Claro que sigo sufriendo ataques de ansiedad. Al menos lo llevo con más filosofía, porque ya no tengo que sumarlos a decenas de efectos adversos más provocados por las pastillas.

A lo que iba... Anoche estaba en casa de una pareja de amigos a los que hacía meses que no veía. En un momento en que me quedé sola con ellos me confesaron en relación a otro de mis grandes amigos al que llevo sin ver siglos: "Estuvimos el otro día con él y su chica. ¿Sabes qué nos dijo cuando ella se fué? Que tú, Jackie, eres la auténtica mujer de su vida. ¡Y lo decía realmente apesadumbrado!".

No es la primera vez que me encuentro con esa frase dicha con pesadumbre. Ayer el hecho de haberla oído de otros dos hombres distintos y saber de algunos más que me han confesado una cierta obsesión por mí en los últimos meses me hizo sentir halagada durante un rato. Pero cuando pensé en ello a fondo me entraron ganas de llorar. Y cuando estuve sola lo hice, amargamente. No estoy muy segura de por qué, pero sentí mucho dolor al darme cuenta de que estoy infundiendo sentimientos tan profundos en hombres a los que quiero tanto. Quizá fue por descubrir que yo, a diferencia de ellos, nunca he dicho "Mr. X es el hombre de mi vida". Y me encantaría poder decirlo, por ejemplo de mi actual pareja (además que me quitaría muchas dudas asesinas de la mente poder hacerlo). Pero es que realmente siento que no voy a decirlo nunca, que no lo sentiré nunca. Demasiadas experiencias intensas a lo largo de mi vida, demasiados hombres buenos y especiales que además sí me dicen "Eres la mujer de mi vida", demasiados fracasos con otros que también lo hicieron en el pasado.

Demasiada pesadumbre en mi corazón. Demasiada franqueza en mi mente. Demasiada perspicacia en mi alma.

Todo aquello por lo que me parecía digno luchar (tener una vida llena de gente especial, de experiencias intensas, de sentimientos de cariño y amor), todo, se está volviendo un pozo de arenas movedizas. ¿Cómo es posible que sea tan mala decisión elegir vivir así?, ¿por qué no he sido capaz de darme cuenta antes?, ¿por qué tanto afán de los guías sociales en informarme de los peligros de las drogas, el alcohol, el conducir deprisa y no de los peligros de amar y tratar de ser especial?

Joder. No puedo entregarme a las mujeres porque las odio y ellas me envidian a mí. No puedo entregarme a los hombres porque los quiero y acabo obsesionándolos sin que haya completa reciprocidad o afectándoles demasiado cuando la hay como para que quieran volver a acercarse a "mi trampa". Me siento tan súmamente sola dentro de esta cabecita mía...

Y me siento una puta depredadora de almas.

sábado, 11 de agosto de 2007

No creo en el amor...

... porque el jodido amor no cree en mí.

Esta tarde he escrito esta frase en un email en el cual trataba de desahogarme y explicar por qué ya no creo en el concepto más romántico del Amor. La he releido un par de veces y me he dado cuenta de lo mucho que digo en ella. También he llegado a la conclusión de que "mi historia con el amor, que empezó a mis 8 añitos, es una canción de los Counting Crows". Y con esa frase también digo mucho más de lo que parece. Hubo alguien una vez que la habría entendido a la perfección.

Curiosos recuerdos me asaltan últimamente. Ayer me di cuenta de que una buena parte de todo lo que me ha pasado en la vida tiene extrañas conexiones con muchas de las cosas que me vienen a la cabeza en la situación en la que estoy. No es fácil de explicar. Tampoco me apetece hacerlo... No sé, es como si mi vida fuera un artículo de la Wikipedia, en el cual de cada diez palabras hay una "linkada" a otro artículo, que a su vez "linka" con el primero o con un tercero distinto que llevará al primero en un círculo vicioso perfecto...

Me siento tan cansada...

Estoy teniendo algunos problemas con la ansiedad. Al menos ha tardado bastante en reaparecer. No me puedo quejar de las vacaciones que he tenido mientras, supongo.

Aún no he ido a punturarme ni he reanudado las citas con la psicóloga del sueño.

... me siento totalmente perdida en las circunstancias de mi vida. Y no sé si eso es bueno o malo. Por ahora lo único que siento es tristeza y cierta rabia.

Aunque, intentando ser algo más optimista, también albergo una minúscula esperanza de que en el momento en el cual vea las cosas más claras miraré dentro y fuera de mí y podré afirmar que soy mucho más grande, que he hecho crecer un poco más mi alma.

lunes, 6 de agosto de 2007

La vida SÍ que es puta

Si yo soy una maldita zorra está claro que la vida es la grandísima madre de todas las putas.

Te dejas la piel en quererla, en procurarla, en pagar tu cuota de esfuerzo, en intentar incluso conciliar a los demás con la suya... Ella no es que no te devuelva lo mismo o nada incluso a cambio. Ella disfruta deslizando sus dedos alrededor de la garganta de tu espíritu.

A veces la odio. Cuando me mira a los ojos con ternura y me dice "No te preocupes, no sufras, MI niña, todo es por un motivo" ahora sé que tras los suyos se carcajea de mí. Me acaricia con la mano que antes apretaba mi cuello. Me acurruco. Algo ha sonado detrás de ella... ¿algo como afilándose contra el aire? Da igual, ella sabe como hacer que no te importe lo que esconde en la garra que oculta tras su espalda.

Creo que empiezo a parecerme a ella, que como no puedo vencerla me uno a su causa inconscientemente. ¿Realmente me estoy volviendo tan puta?

Si es cierto que se puede pasar del amor al odio en un instante podré llegar a tener serios problemas algún día.